Cuando eramos pequeños nos encantaba jugar con todo tipo de juguetes. El balón nos hacía desahogarnos y sentirnos ágiles, fuertes y mejor. La bici, que quien no ha tenido una bici..., nos hacia creernos libres, nos hacía vivir aventuras y alcanzar velocidades imprevistas, eso de sentir el viento en la cara era fascinante. Todos estos juguetes nos ayudaron a crecer, y sin darnos cuenta, nos sirvieron para desarrollarnos física y corporalmente. Esto para algunos ha provocado tener mejores condiciones a la hora de practicar el deporte que queramos. Y para seguir a lo largo de su vida practicando como puro hobbie. Con la llegada de las Tic, se ha producido un sedentarismo en la sociedad actual. Los juguetes de toda la vida han sido sustituidos por juegos interactivos. Ahora os planteo la siguiente pregunta: ¿Creeis que este avance en la historia ha sido para mejor o para peor?
A continuación os adjunto un video, donde vemos el cambio en la forma de jugar que ha habido con el paso del tiempo.
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Yo también pienso que existe el cambio de las actividades físicas y activas a las pasivas. Ambas son lúdicas, pero sin embargo, estar delante de un ordenador o consola todo el día tiene efectos perjudiciales como son la obesidad, los problemas visuales y de espalda, la falta de sociabilidad, y otros muchos palpables a simple vista y no tan palpables. Rara vez en la actualidad veremos a un niño jugar en la calle como se hacia hace no muchos años ya que el avance tecnológico se ha introducido en nuestra sociedad muy rápidamente. Estaría bien que dentro de unos años esto pueda volver a ser un poco parecido a años atrás, ya que la novedad actual es la tecnología, pero probablemente esto no sea así ya que se supone que la tecnología es el futuro de la sociedad.
ResponderEliminarPor tanto, creo imprescindible la mentalización de los padres y profesores sobre este tema, debemos optar por una educación que fomente las actividades físicas de nuestros hijos y por supuesto no quedarnos solo aquí, sino darles ejemplo, que es lo más importante.